Es una técnica que permite canalizar Energía con fines terapéuticos a través de los centros energéticos del cuerpo humano.
Debido a los desequilibrios provocados en el organismo por nuestra forma de vida, este progresivamente va perdiendo las capacidades propias autorreguladoras, y los procesos de enfermedad comienzan a volverse crónicos por la incapacidad de respuesta del cuerpo, al quedar expuesto a los agentes externos y sin poder responder a las agresiones del medio.
Los centros energéticos son vórtices que permiten la entrada y circulación de la energía.
Cada uno de ellos está relacionado con diferentes sistemas del cuerpo humano y con sus respectivos órganos. Si reciben un suministro apropiado de energía, la distribuyen a cada parte del organismo, y el cuerpo, según sus capacidades, administra y usa, de manera inteligente, dicha energía.
Esta técnica no solamente sirve para mitigar los síntomas, sino que se dirige a la causa principal de las enfermedades.
No excluye ni pretende sustituir la intervención médica
Es una herramienta que produce resultados satisfactorios y además un excelente complemento o potenciador de otras medicinas.
Los beneficios del tratamiento se vuelven evidentes rápidamente, muchas veces desde las primeras aplicaciones.